EL PODER INMUNIZADOR DE LA LACTANCIA MATERNA

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Los beneficios nutricionales y psicológicos de amamantar son de suprema importancia. Pero a veces nos olvidamos de su incomparable poder inmunizador que en principio se encuentra de forma concentrada en el calostro, primera leche de color amarillento y aspecto graso que produce la madre del primer al cuarto día en pequeñas cantidades.

El calostro contiene una cantidad importante de minerales y proteínas, entre esas proteínas están las inmunoglobulinas que son agentes que fungen como anticuerpos contra las infecciones. El calostro contiene los cinco tipos de inmunoglobulinas existentes constituyendo así la primera y más importante vacuna que jamás recibirá la criatura.

Durante todo el tiempo que la madre amamanta, su cuerpo se convierte en un sintetizador de anticuerpos que se transmiten a través de la leche materna. ¿Qué significa esto? La madre, quien tiene un sistema inmune adulto y constituido lucha contra todas las infecciones y ataques del medio ambiente y estos nuevos anticuerpos que ella “crea” para combatir las enfermedades que pueda contraer durante el período de lactancia, pasan a formar parte de la leche materna y la cría ya no tendrá que luchar contra estas porque ya está protegidos contra ellas. Es decir, mamá hace el trabajo por el bebé y la leche materna hace la transmisión de información, quedando el pequeño sano y salvo.

Por otra parte está la lactoferrina fija el hierro de forma permanente y ejerce acción bacteriostática sobre ciertos gérmenes ferrodependientes (E. Coli). Esto significa que actúa de forma similar a los antibióticos para no fomentar bacterias que se alimentan del hierro.

Esto es sólo una pequeña parte del contenido de la leche materna, y todavía dudas del poder que tienes para alimentar a tu hijo con el más perfecto Alimento de Amor?

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